Título: Sorcery of Thorns

Autor/a: Margaret Rogerson
Editorial en Inglés: Margaret K. McElderry Books
Editorial en Español: N/A
Todos los hechiceros son malvados. Elisabeth lo ha sabido desde que ha sabido algo. Criada como una expósito en una de las Grandes Bibliotecas de Austermeer, Elisabeth ha crecido entre las herramientas de la hechicería: grimorios mágicos que susurran en los estantes y resuenan bajo cadenas de hierro. Si se les provoca, se transforman en grotescos monstruos de tinta y cuero. Ella espera convertirse en guardiana, encargada de proteger el reino de su poder.
Luego, un acto de sabotaje libera el grimorio más peligroso de la biblioteca. La intervención desesperada de Elisabeth la implica en el crimen y es arrancada de su casa para enfrentarse a la justicia en la capital. Sin nadie a quien acudir salvo su enemigo jurado, el hechicero Nathaniel Thorn, y su misterioso sirviente demoníaco, se ve envuelta en una conspiración de siglos de antigüedad. No solo las Grandes Bibliotecas podrían arder en llamas, sino el mundo junto con ellas.
A medida que su alianza con Nathaniel se fortalece, Elisabeth comienza a cuestionar todo lo que le han enseñado: sobre los hechiceros, sobre las bibliotecas que ama, incluso sobre sí misma. Porque Elisabeth tiene un poder que nunca había imaginado y un futuro que nunca podría haber imaginado.
La trama base es buena pero es de esas novelas que se nota que la autora no sabía como hacer que ciertas cosas pasaran para que la historia se moviera, lo que explica la cantidad absurda de cosas convenientes que pasan para que la historia exista…
Esta es de esas novelas que todo te lo quieren pintar como que es simplemente coincidencia que ciertas cosas pasen, pero esto se vuelve irritante cuando llegas al punto en el que te das cuenta que hay una cantidad sorprendente de cosas que el personaje tuvo suerte de encontrar, conocer o estar en el momento adecuado para que pasarán y que esencialmente esta es una historia que sin estas cosas no hubiera existido y mucho menos hubiera tenido la conclusión que tiene.
Spoilers…

Las conveniencias son de este estilo:
Que suerte que personaje principal es la primera persona en crecer entre grimorios que hacen que tenga ciertas habilidades especiales, y que suerte que esto le da la habilidad especial de despertar en la mitad de la noche para ser testigo de algo que haría que fuera llevaba a la capital como prisionera, pero que suerte que el hechicero que se ofreció como voluntario para llevarla a la capital es una persona que por suerte conoció antes y, además, que suerte que su demonio-sirviente tiene cierta unión emocional rara con su amo. Y que suerte que este hechicero es bueno y cree en ella desde el inicio, y que suerte que este hechicero es de una familia poderosa que curiosamente es absurdamente importante para la conclusión…
Y esto es solamente parte de las situaciones convenientes, porque la lista es mucho más larga….
Y mi problema con las cosas convenientes es que unas pocas son creíbles pero cuando tu historia gira debido a esto es cuando se me hace ridículo porque así no funcionan las cosas y mucho menos con eventos que son de tanta complejidad y que son en su mayoría externos a uno.
Elisabeth es un personaje cuyo encanto principal, especialmente para los lectores, es su amor por los libros, y admito que la autora al menos supo manejar esta característica común de una manera interesante, pero, afuera de eso, este es un personaje que en su mayoría es una Mary Sue, o sea un personaje que es casi perfecto.
Nathaniel Thorn es un personaje que hace unos años hubiera encontrada esplendido, pero que ahora parece más un personaje genérico de este tipo de novelas. Es el típico personaje masculino que parece ser una copia de Jace (o Will) de Cazadores de Sombras, y que hemos ya visto en muchas ocasiones. Un personaje que es carismático pero que esconde sus sentimientos pero que tiene cierto sentido del humor, y en general es un personaje que se puede describir como cínico.
Pero realmente no tengo ningún problema con estos personajes aunque no fueran muy originales porque son de esos personajes que estoy acostumbrada a leer y que no me desagradan, especialmente porque la autora los escribió de una manera que me gustaba.
El gran misterio de quien es el malo fue bastante fácil de descifrar. Lo supe desde que lo introdujeron, pero esto puede que sea algo que no es tan evidente pero para una persona que ha leído muchas (pero muchas) novelas del género esto se vuelve muy fácil. Y esto pasa, en general, con otros aspectos de la historia, pero bueno…
Para concluir, esta es una novela con un inicio fuerte que es arruinada por la cantidad sorprendente de cosas convenientes que pasan en la historia