/* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:”Tabla normal”; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:””; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:”Times New Roman”; mso-ascii-font-family:Cambria; mso-ascii-theme-font:minor-latin; mso-fareast-font-family:”Times New Roman”; mso-fareast-theme-font:minor-fareast; mso-hansi-font-family:Cambria; mso-hansi-theme-font:minor-latin;}
Katarina Bishop ha usado una gran cantidad de etiquetas en su corta vida. Amiga. Sobrina. Hija. Ladrona. Pero en los últimos dos meses ha sido simplemente conocida como la chica que lidero el grupo de ladrones que le robó al museo más grande del mundo. Es por eso que Kat no se sorprende cuando ella le pide robar la famosa Esmeralda de Cleopatra para que pueda ser devuelta a sus legítimos dueños.
Sólo hay tres problemas. En primer lugar, la joya no ha sido visto en público en treinta años. En segundo lugar, desde la caída del imperio egipcio y el suicidio de Cleopatra, no hay quien haya sostiendo la esmeralda por mucho tiempo, y en el mundo de Kat, la historia casi siempre se repite. Pero es el tercer problema que hace que la tripulación de Kat se ponga más nerviosa y es que simplemente … la esmeralda esta maldita.
comentario: